Hombres...
Que con poco más de ocho años salieron a pastorear cabras para ayudar a su familia, huérfana de padre, y que se adentraron en la treintena en la capital en a aquellos años cincuenta de la escasez y la necesidad del olvido.
Hombres que no tuvieron la suerte de disfrutar del "concepto" padre que décadas después llenó de orgullo parques y polideportivos.
Hombres que aún resisten, 85 años después, a un siglo XX INJUSTO y un siglo XXI INGRATO.
Porque aun siempre con la impuesta distancia contribuiste a hacerme tal como soy. Y porque mis genes lucharán por mantener siempre viva tu memoria.
Quiero creer que tendré aún los años precisos para seguir sintiendo de corazón, en vivo, todo lo bueno que has hecho por mi.
Gracias papá. Sigue así de fuerte. Te adoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario